Francis Naranjo 01
francisnaranjo01@gmail.com
lunes, 5 de mayo de 2025
viernes, 17 de enero de 2025
Exposición LA POSIBILIDAD DE UN LUGAR. Galería Bibli. Santa Cruz de Tenerife. Enero-febrero 2025
LA POSIBILIDAD DE UN LUGAR
Francisco Naranjo con Carmen Caballero. Ahora solo, sin ti…
La globalización, aunque hoy en día no es una novedad, sigue marcando el ritmo con constantes transformaciones. Entre ellas, emerge una realidad inquietante: lugares a los que quizás nunca más podremos acceder. Donde quiera que miremos, parece que no queda un solo rincón libre de las presiones mundanas, ni del peso de una imaginación moldeada.
Así, el mercado global va más allá incluso de lo global: acercarse a la turistificación de otros planetas desde la Tierra es su casilla de salida. La Tierra, al humano, empieza a quedarle pequeña y entonces emergen de los océanos, islas artificiales, se perforan montañas, se ponen en anuncio los grandes corales del océano pacífico… Se habla de masificación.
Esta instalación artística concebida para ser un punto de inflexión, se plantea como un lugar de introducción y de análisis desde el vacío. Se plantea con unos elementos mínimos, en un lugar aséptico, frío y sin referencias. Para desde ahí adentrarnos a LA POSIBILIDAD DE UN LUGAR.
Grilletes, cuerdas, fotografías, esquemas, y un objeto (banqueta de cirugía), que deambula por el espacio galerístico, conviven, para hablarnos de una posibilidad que se transforma en su propia negación.
La imposibilidad de identificar un LUGAR como el escenario definitivo de nuestra felicidad refleja su naturaleza efímera y cambiante. La felicidad, lejos de anunciarse a un LUGAR concreto, se dispersa en momentos, personas y emociones que lo trascienden.
Revisa la manera en que los seres humanos, la inteligencia natural, concede sentido a su alrededor. Que un sistema autónomo sea capaz de un pensamiento simbólico, se debe a la habilidad de aportar una dimensión semántica que no está presente en el mundo, una intención que hace que determinadas cosas sean significadas por determinadas otras. Un mundo que no está prefabricado, ni etiquetado, sino que se presenta cargado de novedad, de variaciones y modificaciones imprevistas. Esta podría ser una de las fórmulas que, tal vez, refuercen la premisa de la imposibilidad de dar forma a ese LUGAR.
Y ya no tiene sentido pensar en el por-venir, y que el descrédito de las utopías revela una crisis de civilización, una falta de esperanza en la posibilidad de una sociedad radicalmente diferente.
El sueño, la aspiración y la lucha por una sociedad más justa, libre y fraterna ha sido y es una constante en la historia humana. Esta ilusión esperanzada y legítima, por estar enraizada en la naturaleza insatisfecha del hombre y en su afán de perfección, ha dado vida a numerosos proyectos, teorías y narraciones que, al contemplarse por los contemporáneos del “soñador” como “irrealizables” se han adscrito al género impreciso de la “utopía”. La cuestión de la utopía, remite a la operatividad del componente utópico en la movilización social en pro de transformaciones estructurales. Desde el pensamiento contemporáneo damos por normalizados los U-topos, y en esta ocasión, éste, se convierte en la posibilidad de la negación desde una afirmación: LA POSIBILIDAD DE UN LUGAR.
Originalmente, este acto expositivo se concibió como un ejercicio para llevar a cabo la última muestra de Francis Naranjo. Sin embargo, paradójicamente, se convierte en la última exposición que este autor realiza sin su compañera de vida, Carmen Caballero (1956-2024), con quien compartió durante 41 años todos los lugares, los viajes, los grilletes y los procesos de trabajo. Ahora, es ella quien, en su ausencia, nos remite a la imposibilidad de un LUGAR.
LA POSIBILIDAD DE UN LUGAR se convierte, entonces, en un gesto: una representación de un último aliento. Al atravesar esa experiencia simbólica, se accede a otro espacio, una otredad que se manifiesta como una realidad melancólica. Es una realidad sostenida por los amores (El amor y la pasión son los pilares que sustentan la filosofía), se cruzan y se desvanecen alrededor de una relación. Este LUGAR, aunque carece de una presencia concreta, existe en la intersección entre el recuerdo y el anhelo, un espacio intangible donde se refugio lo que nunca fue plenitud.
Ahora solo, sin tiempo…sin ti.
Francis Naranjo, 8 de noviembre de 2024, día de nuestro aniversario nupcial.
lunes, 13 de enero de 2025
El archivo que persiste, el individuo que se desvanece.
A Carmen Caballero
El archivo es lo que queda, la huella tangible de lo que alguna vez fue, mientras el individuo —con su fragilidad interna— desaparece. En las grandes composiciones en el suelo, hechas de material médico-quirúrgico, se manifiesta una paradoja: herramientas diseñadas para preservar la vida se convierten en los vestigios que narran. Encapsulando un relato.
La composición en el suelo es, por tanto, un vestigio simbólico, una cartografía de ausencias que sugiere la presencia que alguna vez habitó esas herramientas. Es una imagen que nos enfrenta al paso del tiempo, a la fragilidad del cuerpo humano y a la permanencia silenciosa de los objetos que una vez estuvieron al servicio de la vida. A su disposición, el material quirúrgico se transforma en un testimonio, un lenguaje mudo que revela tanto los cuidados prodigados como la inevitabilidad de la pérdida.
El archivo, como concepto, adquiere aquí un carácter casi sagrado. Es la memoria hecha objeto, el puente que conecta lo efímero de la existencia con lo permanente de la materia. Sin embargo, el archivo no es inocente; lleva consigo el peso de lo que ya no está. Las herramientas quirúrgicas, dispuestas con cuidado, recuerdan la intervención humana en un intento por sostener la vida, pero también su incapacidad para evitar lo inevitable: la desaparición. Las herramientas quirúrgicas, frías y meticulosas, permanecen como testigos silenciosos de un momento de lucha, de una esperanza puesta en detener el tiempo. Sin embargo, en su disposición actual, ya no son instrumentos de salvación, sino símbolos de ausencia, recordatorios de la fragilidad de la existencia y de la permanencia inerte del archivo.
Este acto artístico plantea preguntas profundas sobre la memoria y el olvido. Si el material queda, ¿qué sucede con las emociones, los gestos, las palabras que se diluyen con la ausencia del individuo? ¿Es el archivo suficiente para preservar lo que fuimos, o solo un eco incompleto? En esta tensión radica la potencia de estas composiciones.
En su inmovilidad, estas piezas sugieren una verdad ineludible: lo inanimado persiste, mientras la vida se desvanece. Sin embargo, en su disposición cuidadosa, también existe un acto de resistencia, una intención de transformar el recuerdo en un lenguaje material que dialoga con el tiempo. Lo que queda no es la vida en sí, sino su rastro, un eco que desafía al olvido y convierte el archivo en una especie de refugio, un lugar donde la ausencia encuentra forma.
viernes, 22 de noviembre de 2024
El diario Canarias7 se hace eco de tres futuros proyectos: LA BIENAL DE CUENCA (2025) y dos homenajes a CARMEN CABALLERO (2025 Y 2026)
Puedes leer el artículo pinchando en el siguiente enlace:
sábado, 20 de abril de 2024
Participación en la exposición Del Rostro a la Máscara / Juegos, Ocultamientos y Alteraciones de las Identidad_ART.MO 2024_Casa Fugaz_Lima_Perú. Del 20 de abril al 11 de agosto 2024
EXTENSIONES HACIA LA OTREDAD
Año: 2023/24
Técnica: Instalación, medidas variables.
Sinopsis: Propuesta que utiliza una máscara ritual de la celebración de la fiesta popular del kamba ra’anga en Itaguasu, Altos, Paraguay. En el sentido lúdico inherente a esta festividad representan un miedo ficticio que divierte, que a la vez siempre ha sido enemigo de la sociedad (burgesa, ciudadana, etc.). El kamba ra’anga es fundamentalmente el otro, lo que no somos, el que nos enfrenta o nos invade. Roa Bastos sugiere la idea de que uno muere una sola vez, “pero un pueblo renace muchas veces”. Esta máscara utilizada ahora en occidente, que nos habla de enfermedad, de contaminación, de transformación; otra vez expoliada entronca con la dimensión profunda de aquellos pueblos.
jueves, 22 de febrero de 2024
El vídeo ....agosto 2007.... (2008) en la exposición MEMORIA RECIENTE (Colección CAAM) en el CAAM. Las Palmas de Gran Canaria
El vídeo, basado en el poema de Dionisio Cañas "Algo se pudre en el corazón de la hormiga" y con banda sonora de José Manuel López López fue grabado en el antiguo Hospital San Martín de Las Palmas de Gran Canaria.
Una obra resultado de la colaboración de tres disciplinas creativas: la imagen (Francis Naranjo), la música (José Manuel López) y la poesía (Dionisio Cañas). Los recursos narrativos del trío creador se sincronizan por la emoción estética y existencial, tejiendo un entramado en el que mirada, oído y subconsciente, que es despertado por la palabra, llevan al espectador a verse reflejado en el vídeo como si de él se tratara. Se trata de una invitación al espectador sensible para deslizarse hasta la conclusión deslumbrante de una pantalla en blanco, metáfora de un nuevo principio.