jueves, 1 de diciembre de 2016

DONT FORGET. exposición individual en Galería CO. Santiago de Chile


                                                                         Con la colaboración de: 



DONT FORGET

Proyecto expositivo que aglutina tres trabajos fechados entre 2015 y 2016:

- Antinatural. 2015

- Asterisco. 2015-2016

- Memoria/olvido. 2015

Esta es una oportunidad para ayudar a plantear/reflexionar sobre la fragilidad vinculada a la condición humana y situaciones que nos marcan modelos de conductas artificiales.

ANTINATURAL (2015)

Las relaciones humanas y las tensiones generadas por su convivencia animan a plantear estas piezas de componente hermético y aséptico que engañosamente dialogan desde la parte más distante de nuestra condición: el cuerpo, a través del frió metal. Tres piezas se enseñan aquí bajo este epígrafe:

- La luz, que es soportada por una pinzas quirúrgicas que a las vez son soportadas por unos resortes. Luz fría, emancipadora, que si bien ilumina también genera espacios de incertidumbre. Pendiente de alcanzar su plenitud ante la poderosa garra (desgarradora) de la inquietud del cuerpo, caduco, al igual que su luz.

- Los recuerdos, una fotografía adquirida en el Persa Bio-Bio de Santiago de Chile en el año 2015, donde un grupo de escolares de los años 60 abandonan su identidad, para ahora transcurridos unos cuantos años verse recogidos en una caja de acrílico inundada de hilos y agujas de sutura como símbolo de la memoria que ha de construirse a través de múltiples experiencias de sangrado y cocido, hasta alcanzar la madurez ahora enigmática de aquel grupo de jóvenes con ilusiones pasajeras.

- Las tensiones, puesta en escena teatralizada entre tiranteces múltiples, diferentes elementos con diferentes usos en la cotidianeidad hablan del esfuerzo que supone la relación entre individuos o colectivos. Otra vez piezas quirúrgicas que esta vez sacadas de su contexto ya no desgarran carnes, ahora soportan en sus extremos la fuerza de la compresión de su uso.



ASTERISCO (2015-2016)

El asterisco ahora se interpreta como comodín (Se entiende por comodín aquel símbolo que sustituye a cualquier carácter o grupo de caracteres), y éste como el elemento funcional que es capaz de sustituir a cualquier otro según nuestra conveniencia.

De esta manera las cuatro composiciones aquí presentadas bajo este epígrafe adquieren la idea de sustitución o de fórmula donde esté símbolo va más allá incluso de la función planteada.

en la parte inicial tres piezas se agrupan en una pared para generar una especie de gran fórmula matemática, vuelven a incorporarse elementos médico/quirúrgicos como constantes en la fórmula, nos remiten desde la concepción de los nuevos tiempos _tríptico entre corcheas con fotografías de: cementerio de disidentes en Valparaíso; gran mesa de piedra ceremonial  en la Isla del Sol, Lago Titicaca, donde en tiempos antiguos se sacrificaba a las jovencitas vírgenes que eran criadas en la Isla de la Luna en honor a Viracocha, donde en teoría se invirtió el giro del planeta, el oeste pasa a ser el este; y agrupamiento de camas de hospital sin uso en calle de Santiago de Chile_ donde está fórmula se convierte en el comodín de nuestra justificación.

A la aceleración del nuevo modelo de vida donde una máquina gigante corta una piedra de grandes dimensiones para facilitarnos una muestra de ella, como símbolo del nuevo comodín, el fetiche, la castración; la repetición de ellas organizan las ciudades y éstas nuestros modelos de vida.

Para finalizar la composición de esta gran fórmula con la exaltación del comodín, este símbolo de dimensiones mayores se presenta como el ofrecimiento de su potencial en sí, como el ofrecimiento de su uso para nuestro placentero devenir, otra vez se nos vuelve engañoso, en su interior aparecen de forma sutil tres cables tensados, estos cables se utilizan en las mesas de operaciones de los quirófanos para seccionar partes de nuestro cuerpo, tal como se nos presenta este nuevo símbolo: el asterisco, como el elemento, otra vez, castrador.

Una cuarta composición se nos presenta en el eje de la sala que divide los dos espacios: Asterisco y Antinatural.  Dicotomía que vincula las dos ideas propuestas como complementarias. El blanco frente al negro, dos polos apuestos que conforman unidad.


MEMORIA / OLVIDO (2015)

La memoria es un bien precioso pero sumamente expuesto a ser corrompido. Múltiples son los procesos y actitudes alrededor de la memoria, en la condición humana pasa por ser un valor efímero, siempre vinculado a unos protocolos de uso, a un mantenimiento en el engranaje de nuestros procesos, a veces impregnados en la retina, a veces en el baúl del olvido; o los procesos externos que se nos vienen como memoria (narración) de lo ocurrido. En fin, que esta facultad que le permite al ser humano retener y recordar hechos pasados, o en ocasiones, por su ausencia,  vivir la realidad desde otra dimensión. Aquí, en este proyecto expositivo, se nos ofrece a través de diferentes estadios, donde fotografías recuperadas de escenas domésticas de los años 50 del siglo pasado aparecen interrogándonos; o en composiciones donde cada uno de los elementos cuidadosamente seleccionados nos hablan de enigmas y de recuerdos que no son los nuestros, que no pueden ser recuperados por la ausencia de la narración en primera persona. La piedras vuelven a aparecer en las construcciones, en esta ocasión como contenedores de memoria, testigos mudos que han tenido que soportar el peso del tiempo para alimentarnos la atracción hacía lo tangible de una realidad inexistente, ¿dónde queda la memoria?.

La relatividad de todos los procesos vitales en el ser humano determina la imposibilidad del reconocimiento de lo que es nuestro, que en ocasiones se nos presenta "tan" pasajero, que en muchos casos ni siquiera podemos procesar esa experiencia, para acumularse en la dualidad memoria/olvido.

El último estadio presentado en este contexto, un conjunto de fotografías adquiridas en el  Persa Bio-Bio de Santiago de Chile (2015). Un niño que es fotografiado en sus primeros meses de su vida hasta que da sus primeros pasos. Parte de la memoria personal y familiar, en este caso, es adquirida por unos pesos, una sociedad en donde todo se compra y se vende, incluso la memoria, hasta alcanzar el "olvido", para en esta ocasión ayudarnos a entender que el enigma continúa estando presente. Ni las piedras ni el ser humano son propietarios ni de la memoria ni del olvido.  Quizás sí nos podrían conducir al encuentro con nosotros mismos a través de ese arma tan eficaz que llamamos atención. La pura observación se convierte en develadora, objeto de la transformación donde la verdadera vida está detrás de lo que nosotros llamamos vida.

Nota.- Las fotografías del niño de meses de vida fueron adquiridas en Persa Bio-Bio de Santiago en 2015. El personaje central de las fotografías de las piezas iniciales es la madre del artista, fallecida el mismo año de la producción de las piezas, después de padecer durante 6 años la enfermedad Alzheimer.







 
 






Artículo en EL MOSTRADOR 



Artículo de Carlos Navarrete en el nº 70-71 de la revista internacional art.es